martes, 2 de septiembre de 2014

2 de Septiembre (Día 55)

Apenas tengo nada nuevo que contaros, cada rato aquí en Perú es interesante, aunque también es una vida rutinaria, con unos horarios bastante marcados, unas tareas concretas, y prácticamente el trabajo es el mismo con la misma gente, salvo alguna excepción.

Sin embargo, la manera de vivir aquí es tan diferente...  es fascinante, veo tanto contraste entre mi vida en Bilbao y mi vida peruana ... Pero en esto también está el aprendizaje, el aprender y evolucionar, todo esto supone la vivencia de nuevas experiencias que derivan en nuevas emociones.  todo ello hace que uno se replantee cosas, intente cambiarlas, que las "deconstruya" como siempre dice Bego ;)
Nos hemos encontrado con una forma de vivir muy diferente, una forma de vida que nos es extraordinaria y "rara" porque la vivimos y vemos con una mirada totalmente diferente. Venimos de otra dimensión, esa es, al menos, la sensación que yo tengo. 

Las experiencias que uno va recogiendo durante la vida se construyen de relaciones humanas, del continuo trato y contacto con otras personas, personas que , como todos, son de carne y hueso, reales y únicas. Todas tienen una historia detrás, una historia ni peor ni mejor, pero si muy diferente en la mayoría de casos. ¡Estamos aprendiendo muchísimo!

Ayer el niño del que hablábamos en entradas anteriores, aquel que tenia mal la pierna y el corazón,regreso al albergue después de pasar el fin  de semana con su hermana. Llegó con la nariz  rota... si... increíble pero cierto, y la cara llena de vendas y escayola. 
Al de un rato llego su padre, un señor que vive y trabaja en la comunidad y que, por desgracia también bebe, al albergue llegó un poco "tocado",  y entre que no hablaba bien castellano y que, a cuenta del alcohol, pronunciaba como podía, poco pudimos entenderle. Hubo que hacerle entender la importancia de que EL se curre para que su hijo también mejore, el hombre lo sabe, sabe que no debe beber, pero sigue bebiendo, y llora, tienen "amargura" como el la llama, y eso le invita a beber sin control. Una situación muy triste, porque el niño no  quiere ir con su padre, podemos todos imaginarnos cual es el motivo.

Rodeados de montaña

2 comentarios:

  1. Hace ya algun tiempo que no leía tu blog y verdaderamente he notado cambios, muchos cambios. Parece claro que esta realidad que estas viviendo esta haciendo que veas la vida de otra manera, como nos comentabas. Es increíble que tengamos que vivir situaciones tan al límite para darnos cuenta de muchas cosas o plantearnos otras muchas que hasta entonces ni hubieramos imaginado.
    Lo cierto es que eres un afortunado, no todo el mundo tenemos la oportunidad conocer toda esa gente, conocer todos esos sitios... DIsfrutalo al máximo y sigue escribiéndo estos post, pues de esta manera nos acercas todo lo que estas viviendo un poco más!!
    Un beso muy fuerte!!

    P.D: por aqui ya te vamos echando un poco de menos...

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  2. Pues muy mal por no leer el blog! eso no es fidelidad de amiga!!!! ajajajajaja La experiencia brutal, mucho aprendizaje, mucho replantearme ideas, creencias... volveré renovado seguramente.

    Se que me echáis de menos... no lo descartaba en absoluto ;)

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