viernes, 29 de agosto de 2014

La cruda realidad (Día 51)

Ayer jueves visitamos la comunidad de Yarccacuncca a 3800 metros de altura. En principio Bego y yo íbamos a hacer el diagnostico para el proyecto de Arquitectos Sin Fronteras, pero al final los planes dieron un giro bastante importante.

Entre los voluntarios norteamericanos que venían también a la comunidad (un grupo de 12) había un médico y una farmacéutica, cuyo jefe había donado  2000 dolares para medicinas. El objetivo de los voluntarios era chequear a los niños de la comunidad, a algunos padres y también a los profesores de la escuela.
El tema es que me pidieron si podría traducir las principales quejas de la gente del español a inglés para que el medico supiese a priori cual era la problemática, peeeeeeeeeeeeroo sorpresa cuando me doy cuenta que mucha gente (y muchos niños) no entendían español, así que me busque una traductora de quechua-español (una de las profesoras de la escuela)  Conclusión: una locura de cadena de idiomas.... la mujer traducía a los pacientes al español, yo lo anotaba todo en ingles y, tras la consulta, volvía a traducirle al paciente (o a la traductora español-quechua-quechua-español) las indicaciones que el medico le había dado y les explicaba las medicaciones que debían tomarse.

Al final mas de 50 consultas, volviéndome loco con algunos términos que no sabia como traducir al inglés, o al revés... pero bueno al final todo salio genial!

Eso si, pudimos ver situaciones bastante fuertes y nada agradables, entre las decenas de niños había varios muy pequeñitos para su edad, muy delgados, desnutridos según las profesoras.
También nos contaron que mas del 60% de los niños y niñas de la comunidad son victimas de maltrato en el hogar, y muchos de los padres han caído en el alcoholismo. De hecho, uno de los niños que atendimos, muy calladito, con cara de melancolía absoluta y bastante tristón,  resulto tener una fractura en la rodilla, la caída o golpe o lo que fuera causa del mal, pasó hace bastante tiempo y el niño cojeaba, aunque sin dolor. Tenía los labios moraditos, como cuando estás helado de frío, debido a que tiene también un problema de corazón y, según el doctor, quizás se deba a que las sangres se están mezclando. Viendo que era un caso bastante grave, que el corazón había que revisarlo y que la pierna no tenia buena pinta, se le propuso a la madre del niño llevarlo al albergue para poder acercarlo a un hospital (la comunidad esta a 2 horas largas en carro). La madre resultó una mujer bastante poco puesta en la realidad, alcohólica, y en ese momento bebida. Se le propuso que dejara ir al niño, sin ella, por el riesgo de que montara un escándalo estando ebria, así que la madre se negó en rotundo, diciendo que o iba ella o no iba nadie, que le daba igual su hijo y si tenia que morir que muriese, pero con ella.


Fue un momento muy desagradable, un momento de total frustración e impotencia, pero en esos casos poco puede uno hacer sin el consentimiento del padre o madre .

Al final se consiguió que entrara en razón,. y acepto que trajésemos al niño, contactásemos con una hermana mayor de este, que vive en Cusco y le llevásemos al médico (todas las asistencias medicas, pruebas y medicación las pagará una de las voluntarias norteamericanas).

Así que está mañana Bego ha ido con el niño al hospital y yo me quedo en el albergue. Esperemos que todo salga bien, y el niño se recupere. Ha dormido del tirón, el pobre estaba cansado.

Por lo demás el diagnostico del proyecto también salió bien, Bego y Raquel consiguieron mucha información según me dijeron, así que genial!. Mañana al final no vamos a la selva, si acaso lo dejaremos para un fin de semana en septiembre, si es que al final encontramos tiempo.

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