Ilo

Una vez en Ilo, después de aquella agonia arequipeña yéndonos de baretillas durante todo el dia, nos reencontramos con Ana en la estación. Nos alojamos en su casa, que comparte con Claire, una chica francesa que lleva en Ilo unos 8 meses y que también trabaja en el proyecto de Ana. 

La mañana siguiente estábamos invitados a una excursión con los niños y niñas del proyecto. Pasar parte del día en una de las pocas zonas verdes de Ilo. El día se levanto lluvioso y la salida se tuvo que postergar. Así que viendo el éxito, acompañe a Francis (otro de los españoles que trabaja en el Centro Loyola) a avisar a los niños de Santa Rosa y aprovechaba así, para conocer aquella parte de la pampa.

La zona es un inmenso conjunto de chavolitas y casas súper precarias, sin agua ni luz, situado en mitad de la nada. Según me contaban esa población fue trasladada al completo desde una zona mas alta por problemas de peligrosidad en el terreno donde se situaba. De tal manera los habitantes de Santa Rosa están aun "de mudanza" y deben estar alerta de que no les roben las pocas cosas que aun guardan en los antiguos terrenos.

Después de avisar a los niños, decidimos por fin ir al médico a que nos diga que demonios tenemos en el estomago, francamente queremos dejar de visitar a Roca...  Avisamos al seguro, y una vez en la clínica nos dicen que no deberíamos haber comido casi nada de lo que habíamos comido...¡Bravo!  Ni el arroz blanco solo... Flipamos , porque de toda la vida el arroz blanco ha sido mano de santo cuando tienes cagalera, pero, por lo visto,  eso no pasa en Perú... Todo muy raro.

Diagnostico: Diarrea bacteriana, Producida seguramente por un pollo arequipeño poco cocinado... Genial...tampoco podemos comer pollo...
Nos dan tratamiento para tres días, uno para exterminar a la bacteria enemiga y otro para regenerar lo que la dichosa bacteria había eliminado.

A la mañana siguiente Bego y yo visitamos el malecón, el paseo marítimo y el muelle.  Ilo no tiene mucho mas para ver, así que de paso rememoramos tiempos de antaño en el parque de los niños, nos subimos a los columpios dobles que en Bilbao ya no se ven, hacemos un poco el idiota, foto arriba, foto abajo... Y quedamos con Ana y Claire para comer en un restaurante muy bueno. 

Nosotros pedimos un filete de pescado a la plancha sin arroz, pero con papa salcochada (cocina), pero al final nos sirven lo que les da la gana, filete rebozado (buenísimo), arroz y yuka... Para beber agua de botella evidentemente.

Esa tarde relax total en casa, viendo a trompicones una película en el portátil Desesperante...horrible conexión a internet. Y tras el momento zen nos organizamos para salir a la noche. Gloria (coordinadora del proyecto de Ana) nos lleva con sus sobrinos, Ana y Claire a una bar-pub-disco. Nos conformamos con beber agua ... Y nos pegamos algún que otro bailoteo! 

Y para las 4 y pico estábamos de vuelta en casa, cansados por el efecto de la pastilla, porque como en las farmacias peruanas te dan la medicación justa y necesaria para tu tratamiento no teníamos prospecto, ni información exacta de lo que tienen esas pastillas... Aquí en Peru, Si necesitas pastillas azules para tres días, te dan para tres días y no la caja entera para echarla a perder como pasa en Bilbao... Algo de lo que habría que tomar ejemplo francamente. 

Y poco mas en Ilo, a la 13.30 salia nuestro autobús hacia Arequipa, el viaje mas de lo mismo, vendedoras everywhere... Durante todo el viaje... 

Lo bueno de los viajes en autobús es que estoy leyéndome un libro que tenia pendiente y no encontraba en momento de leer en Bilbao! Si es que no hay mal que por bien no venga! Y otra cosa curiosa de los autobuses aquí es que, aunque sean de trayecto directo, por ejemplo Arequipa-Cuzco van parando a recoger y dejar gente que paga menos dinero por menos trayecto. Una chapa... Es como si me compro un billete Bilbao- Oviedo y en el camino sube uno en Castro para bajarse en Santander, donde suben otros para bajarse en algún pueblo antes de llegar al destino.