domingo, 13 de julio de 2014

SUBE SUBE SUBE!!!! BAJA BAJA BAJA!!!

¡Por fin tenemos nuestro adaptador y  nuestro numero peruano!

Nos está gustando bastante los viajes en autobús hasta el centro, si bien el primer viaje fue espeluznante, los demás están siendo geniales. (Fue espeluznante porque entre el agotamiento del viaje, el soroche, la sed, el hambre, y la emoción que me cegaba... me pareció algo terrorífico, un caos. Ahora me encanta ;))

Después de pasar la mañana como auténticos despojos humanos (el soroche nos había dado bien),  después de unas cuantas infusiones de coca, mucha pero mucha agua y un milagroso ibuprofeno, el mal de altura nos dio una tregua! Y pudimos aventurarnos a bajar SOLOS al centro.

Nos fue bastante sencillo encontrar un autobús, a la vuelta de la esquina tenemos una "parada", en teoría, porque no son autobuses de linea, paran donde el pasajero quiere. Son autobuses bastante pequeños, con música folclórica de fondo como "radio Santa Beatriz"  con "la Princesa del Folklore", así que entre esto y los varios vendedores y predicadores que van subiendo y bajando a lo largo del trayecto, el viaje se hace muy ameno. Siempre te sorprendes, porque nunca sabes realmente el itinerario que sigue el autobús.

A parte del conductor hay otra persona que se las apaña en cobrar a los pasajeros, mantener el equilibrio, agarrado a una barandilla, abriendo y cerrando la puerta, cantando las paradas de la manera mas rápida e ininteligible que os podáis imaginar por si alguien quiere una "jaladita", que viene a ser si alguien quiere subir al bus,  y pedir a los pasajeros que dejen asiento a las señoras, que entren por la puerta trasera o que vayan al fondo del carro para dejar espacio en la parte delantera.

De vez en cuando el cobrador/cobradora baja medio en marcha del carro y tiene que hacer una cosa muy extraña con un papel, como si tuviera que fichar. Cuando llegas a tu parada hay que decir "bajo" y "cóbrate" , a la par que le das los 70 céntimos de sol por persona. En ese momento el cobrador grita al conductor "baja baja baja baja baja  x 100!!!!" y viceversa "sube sube sube sube sube !!!"

El trafico es un horror, no puedes fiarte de cruzar la calle en verde, casi somos atropellados varias veces y  parece que cuando el semáforo esta verde y la gente cruza la calle el conductor acelera, como un intento de llevarte por delante al mayor numero de personas posibles.  La gente cruza corriendo, incluso aquellos que tienen muletas pasas rapidísimo. Eso o arriesgarte a que te embistan.

Ya en la Plaza de Armas puedes encontrarte con todo, es una espacio muy diverso, conviven perros callejeros, traficantes que ofrecen droga sin ningún disimulo, niños y niñas vendiendo (muy triste verlo), mujeres que vienen a la plaza desde bastante lejos para vender su artesanía, vendedores que ofertan desde masajes místicos a viajes a Machu Picchu, y turistas de todo el mundo, turistas y mas turistas. Un espacio de lo más ecléctico.

Esta diversidad también se ve durante el trayecto en bus, en el contraste de los edificios, casas de mayor altura, con mejores materiales, junto a casas pequeñas y peor conservadas o cuidadas.

A cuenta del mal de altura apenas habíamos comido nada, así que a las 6 de la tarde estábamos cenando con un hambre voraz! Y a las 9 de la noche nos caiamos de sueño.

La vuelta al albergue sin ningún problema, si acaso para encontrar un autobus que fuera hasta el barrio San Sebastian, que es donde se encuentra el albergue. Durante el trayecto una señora muy agradable nos ofreció acompañarnos desde la parada casi hasta el albergue, la verdad que es de agradecer la hospitalidad de la gente.

Nada mas por ahora, vamos a comer y a esperar a lxs chicxs!!!! hasta la próxima entrada!

1 comentario:

  1. oye pues no sabia yo que habia tanto problema con la altura para respirar! k kosas.... weno, os ireis haciendo! que tal la comida??? te veo bine karbjl te veo bien jejej quiero fotos......

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